ARTE MUKIMONO
Mukimono es el arte de decorar frutas
y verduras. La técnica consiste en tallar o recortar con diversas herramientas
la piel de los vegetales dándoles forma y armonizando los colores. Las figuras
resultantes pueden ser servidas como guarnición o como centros de mesa con
fines decorativos.
Algunas de las técnicas que se
utilizan en el Arte Mukimono son el "Alto Relieve" que es el tipo de
relieve en el que el tallado sobresale más de la mitad del bulto, el
"Medio Relieve" en el que sobresale la mitad del bulto y el "Bajo
Relieve" que es el que sobresale menos de la mitad del bulto, también
existe la técnica de la concatenación que se refiere a la unión de una o más
piezas para la creación de un tallado más elaborado y con mejor presentación
En sus orígenes era una técnica
tradicional japonesa con fines religiosos, las realizaciones eran utilizadas
como ofrenda aunque en la actualidad se utiliza en gastronomía y restauración.
Las realizaciones pueden ser
imitaciones de plantas, de flores, adornos y también figuras de animales.
Se puede emplear cualquier fruta o
verdura, todo depende de la inventiva del decorador. Algunas piezas como la
piña, el melón o la sandía tienen una piel muy dura por lo que se requiere un
utillaje más resistente y bien afilado. A veces es necesario ayudarse de
palillos para sujetar las piezas cortadas cuando son muy finas.
El utillaje empleado son,
preferentemente, cuchillos, aunque algunas personas se han creado herramientas
especiales dando formas específicas para poder crear diseños bastante
sofisticados. Se pueden fabricar plantillas con formas especiales, como hojas
de árbol, que facilitan la creación del elemento a decorar. También es el caso
de elementos repetitivos, donde además de simplificar la realización asegura la
igualdad de los elementos creados. Los orientales transmitieron esa fastuosidad
en los banquetes que otorgaban a los griegos y estos a los romanos. Egipto en
su tiempo de esplendor recibió el antiguo arte a través de Julio Cesar y el
cual Cleopatra refinó. Hay que ser muy cauto con los elementos a emplear,
verificando que los añadidos usados también sean comestibles en el caso de
guarniciones que se vayan a servir en la mesa.